Muchas veces, mientras navegamos, buscando una información y entramos en una web cualquiera, repentinamente afloran una o varias ventanas que emergen sin que nadie las haya llamado, y que puestos a cerrarlas, nos encontramos con que lejos de cerrarse, nos abren otras nuevas, creándose una sucesión de ellas que se nos aparenta interminable, unas veces queriéndonos llevar donde ni queremos ni nos conviene ir, y otras, haciendo que descarguemos y ejecutemos aplicaciones de esas que acaban complicándonos la vida o simplemente se van quedando ahí con saben los dioses que función de provecho para quienes las crean.
Encontrar el aspa correcta que las cierra suele ser cuestión de pericia navegadora, porque suelen esconderlas, y la más grande normalmente lo que hace es abrir la siguiente puerta; así, pues para cerrarlas sin tener que buscar el aspa correspondiente os propongo que recordéis lo siguiente:
Esta combinación de teclas, hará que salgamos de la pantalla activa, huyendo lo antes posible de problemas y molestias.