A riesgo de no ser contratado en una entrevista de trabajo, muchos candidatos tienden a mentir acerca de sus cualidades y habilidades, e incluso tienden a exagerar algunos de sus conocimientos, como por ejemplo, nivel de inglés medio o usuario avanzado en ciertos programas informáticos que se solicitan a un candidato.
Supongamos que uno de los requisitos fundamentales para quedarte con el puesto de trabajo es el dominio perfecto de Excel. Lo cierto es que podemos mentir (decir que lo dominamos) y aprenderlo en un par de semanas. Del mismo modo, muchos suelen mentir acerca de aptitudes que parece ser que todos tenemos, como pueden ser don de gentes, puntualidad, resistencia ante el fracaso y acostumbrado a trabajar bajo presión. Si en una entrevista de trabajo fuéramos completamente honestos, la mayoría de las personas no serían contratadas (Leer: Los currículum son una mierda).
Está claro que el trabajador que miente, siempre y cuando no sea "pillado" por el entrevistador, tendrá más posibilidad de hacerse con el puesto de trabajo que aquel trabajador sincero que reconoce que no tiene algunos de los conocimientos que se le pide.
Entonces... ¿qué busca realmente una empresa?, ¿Un candidato honesto o alguien capaz de mentir para hacerse con el puesto de trabajo?.
Según un estudio elaborado por Envolv, un proveedor de datos que analiza el desempeño de los trabajadores una vez son contratados, concluye en que los trabajadores que engordaron sus conocimientos y aptitudes, rindieron mucho mejor en el trabajo que aquellos que fueron completamente honestos para acceder al puesto de trabajo.
La explicación es muy sencilla, y es que sobre todo en los departamentos de ventas y atención al cliente, los que consiguieron el puesto de trabajo "mintiendo un poco", tenían mejores aptitudes para decirle a los clientes lo que querían escuchar, y por tanto, consiguieron cerrar más ventas que los trabajadores que fueron completamente honestos en la entrevista de trabajo. Así mismo, fueron mucho más efectivos a la hora de tratar con clientes descontentos, pues supieron empatizar con ellos, aunque fuera con las denominadas mentiras piadosas.
Esto confirmaría otra serie de cosas que ya hemos hablado en diversas ocasiones en nuestra web, y es que no siempre una empresa sabe lo que busca o lo que necesita para un departamento, y en ocasiones se tienden a pedir demasiados requisitos a los candidatos para un puesto de trabajo que en principio requeriría de otro tipo de aptitudes muy difíciles de encontrar en un curriculum o entrevista de trabajo, sobre todo si la entrevista no es específica y práctica alrededor de la valía real del candidato.
Supongamos que uno de los requisitos fundamentales para quedarte con el puesto de trabajo es el dominio perfecto de Excel. Lo cierto es que podemos mentir (decir que lo dominamos) y aprenderlo en un par de semanas. Del mismo modo, muchos suelen mentir acerca de aptitudes que parece ser que todos tenemos, como pueden ser don de gentes, puntualidad, resistencia ante el fracaso y acostumbrado a trabajar bajo presión. Si en una entrevista de trabajo fuéramos completamente honestos, la mayoría de las personas no serían contratadas (Leer: Los currículum son una mierda).
Está claro que el trabajador que miente, siempre y cuando no sea "pillado" por el entrevistador, tendrá más posibilidad de hacerse con el puesto de trabajo que aquel trabajador sincero que reconoce que no tiene algunos de los conocimientos que se le pide.
Entonces... ¿qué busca realmente una empresa?, ¿Un candidato honesto o alguien capaz de mentir para hacerse con el puesto de trabajo?.
Según un estudio elaborado por Envolv, un proveedor de datos que analiza el desempeño de los trabajadores una vez son contratados, concluye en que los trabajadores que engordaron sus conocimientos y aptitudes, rindieron mucho mejor en el trabajo que aquellos que fueron completamente honestos para acceder al puesto de trabajo.
La explicación es muy sencilla, y es que sobre todo en los departamentos de ventas y atención al cliente, los que consiguieron el puesto de trabajo "mintiendo un poco", tenían mejores aptitudes para decirle a los clientes lo que querían escuchar, y por tanto, consiguieron cerrar más ventas que los trabajadores que fueron completamente honestos en la entrevista de trabajo. Así mismo, fueron mucho más efectivos a la hora de tratar con clientes descontentos, pues supieron empatizar con ellos, aunque fuera con las denominadas mentiras piadosas.
Esto confirmaría otra serie de cosas que ya hemos hablado en diversas ocasiones en nuestra web, y es que no siempre una empresa sabe lo que busca o lo que necesita para un departamento, y en ocasiones se tienden a pedir demasiados requisitos a los candidatos para un puesto de trabajo que en principio requeriría de otro tipo de aptitudes muy difíciles de encontrar en un curriculum o entrevista de trabajo, sobre todo si la entrevista no es específica y práctica alrededor de la valía real del candidato.
Fuente: Negocios1000.com
Muy bueno, si señor??? A mi me han cogido por honesta... no se mentir, ji ji ji...
ResponderEliminarHuy...no se yo.
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