viernes, 7 de diciembre de 2012

La península de los condenados...

Para tratar de moderar los niveles de empleo juvenil a los que han llegado les estados miembros, la Comisión Europea plantea que los países tengan la obligación de ofrecer un empleo o unas prácticas a todos los jóvenes que se queden en paro o terminen sus estudios. Y deberán hacerlo sin demoras: en los cuatro meses siguientes al comienzo de la inactividad. Esta es la idea central de un conjunto de medidas que presentará en Bruselas este miércoles el comisario europeo de Empleo, László Andor.

En la Unión Europea, el 23% de los menores de 25 años activo está en paro, y en España, el 54%. La necesidad de reducir cuanto estas alarmantes cifras ha impulsado a Bruselas a marcarse plazos cortos. Los países deberían ser capaces de lanzar esta oferta a los jóvenes a lo largo del año próximo, según fuentes comunitarias. Bruselas da tres opciones: un empleo de calidad, unas prácticas o algún tipo de educación complementaria, con el objetivo de que los jóvenes no caigan en el desempleo de larga duración.

Consciente de que el proyecto requiere financiación y que a los países les costará encontrarla, la Comisión propone dedicar a este proyecto una parte del fondo social europeo, destinado en gran medida a políticas de empleo. Con los nuevos presupuestos para el periodo 2014-2020, esa herramienta, dotada con 76.000 millones de euros en el periodo 2007-2013, se centrará en fomentar el empleo juvenil y el crecimiento económico.

Entretanto, la Comisión está reasignando partidas ya comprometidas de ese fondo a proyectos ligados al desempleo juvenil, especialmente en los países como España, con cifras muy elevadas. Los expertos de Empleo del Ejecutivo comunitario admiten que garantizar un empleo a todos los jóvenes tiene un coste, pero creen que es inferior al que supone la permanencia de ese colectivo en el paro.


Fuente: Equiposytalento.com

Hay una especial preocupación por emplear a los jóvenes, se dramatiza con ello hasta puntos que dan risa, dado que mayormente están bajo el ala protectora de los progenitores. La cuestión es clara: es al joven al que le quema el dinero en la cartera, el que gasta en tecnologia, ocio, viajes... el "consumado consumidor", vamos. En cambio nadie dice ni palabra de toda una generación de cuarentones a los que se nos está relegando al baúl de los recuerdos laborales, condenados a la autogestión laboral, discriminándosenos incluso a la hora de la formación. Y he aquí el peligro, ya que es esta generacíón la que ya tiene hijos que sostener y que se van a ver abocados por lo que se ve al abandono de los estudios prematuramente para poder colaborar con el sostenimiento familiar, además de otra serie de problemas que es fácil vislumbrar.
El experimento puede terminar en drama social... en el resto de Europa quizá este tema sea sostenible, en España no, dado que la cultura de la bonificación empresarial esta muy arraigado y repito, se condena al ostracismo ya no a miles sino a millones de parados, que dificilmente van a poder retomar una vida laboral normal sin que encuentren un apoyo claro por parte de las instituciones.
La construcción europea tiene sus cimientos en el reconocimiento de toda persona sea cual sea su edad, sexo, religión... como seres con iguales posibilidades y oportunidades.
 
Y me remito al Art. 14 de la Constitución Española:
los españoles somos iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
 
Ah, que la Constitución se viola constantemente desde las mismas instituciones, se me olvidaba...
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario