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Y es que Mariano Rajoy debería sincerarse con la población y decir claramente que no está luchando contra el desempleo, que no es su prioridad en un principio, o, sincerarse más aún y reconocer que no tiene ni idea de cómo va a solucionar la crisis. Por lo pronto, ningún economista que se precie afirmaría que las medidas del Gobierno están diseñadas para crear empleo. ¿Se puede sacar a España de la crisis sin que salgan los españoles de la recesión?.
La lucha contra el déficit público a costa de empobrecer a la población es una estrategia que funcionaría en una pequeña crisis cíclica, pero jamás en una depresión como la que se está viviendo, que nos ha llevado al peor nivel de desempleo en la historia de nuestra democracia.
Cualquier economista nos diría que para luchar contra el desempleo deberíamos bajar los impuestos para fomentar el consumo, bajar los tipos de interés, aumentar el gasto público, abrir el grifo del crédito y otras medidas a las que se debería llegar a un acuerdo con el resto de Europa para fomentar las exportaciones.
Es evidente que las medidas del Gobierno consisten en todo lo contrario, que es subir impuestos y bajar el gasto público, medidas impuestas por Alemania, donde Angela Merkel ha cometido el gran error de pensar que podía ahogar a sus vecinos y que el agua no la mojaría a ella. El PIB de Alemania también se ha contraído un -0,5%, ya que a la Señora Angela Merkel se le había olvidado que su país es una gran potencia económica porque exporta también al resto de sus vecinos. Si sus vecinos no compran debido a la crisis, Alemania se hunde al igual que el resto de Europa.
España a la búsqueda de medidas desesperadas.
Como no hay empleo (ni lo va a haber en mucho tiempo), el Gobierno recurre a poner de oferta la cuota mensual de los autónomos, dondedurante 6 meses, aquellos menores de 35 años que quieran darse de alta como autónomos, únicamente pagarán 50€ al mes.
Es una medida que en principio no está mal, sobre todo si se hubiera hecho en tiempos de bonanza, ya que en plena crisis, probablemente sirva como excusa perfecta para convertir a un empleado en autoempleado durante 6 meses.
(Leer: El nuevo concepto de autónomo en España)
El sentimiento fuera de España es que en Europa aún nos falta mucho que solucionar, y concretamente España debería dar un giro radical a la inservible austeridad, que únicamente genera más recesión. Hace unos pocos años, el propio Mariano Rajoy afirmaba que "el subir impuestos para arreglar la economía de un país era la solución del mal gobernante", y en eso estoy totalmente de acuerdo con nuestro presidente
El economista jefe de Markit Economics, Chris Williamson, asegura que el consumo en España sigue estando muy débil y presionado por el alto desempleo, y que el aumento de la demanda interna en nuestro país, especialmente de los hogares, es poco probable que se produzca en el corto plazo y por tanto, en el corto plazo, España tampoco verá una recuperación económica.
Por otra parte, Luis de Guindos y Mariano Rajoy creen que para el segundo semestre de 2013, España verá mejoría, algo que en un principio es completamente imposible teniendo en cuenta los despidos masivos que se van a producir en la banca, más los despidos de muchas multinacionales extranjeras que no tendrán más remedio que prescindir de trabajadores en los centros españoles debido a la caída de la demanda del cliente español.
España va directa a por los 6,5 millones de parados y probablemente a por los 7 millones. Si así podemos ver mejoría, esa clase de economía me la perdí."
Reproduzco este interesante post, que contiene fundamentos con los que estoy de acuerdo, y otros que estando de acuerdo, obvian, no se si interesadamente una cuestión fundamental: no es la política del Gobierno, es la política impuesta por CEE, FMI y demás organismos... Nuestro endeudamiento es abrumante y simplemente "quieren cobrar". Les da igual si estas medidas nos empeoran la situación o no... les da igual, porque ellos han afrontado la crisis ya y nosotros seguimos en la ciénaga gracias a decisiones contraproducentes y una total falta de medidas por parte de los dirigentes de un pasado bastante inmediato aún. Cuatro años retrasando soluciones y evitando tomar medidas nos convierten en lo que vivimos ahora y hasta que nos levanten el castigo y se nos permita tomar esas idóneas medidas de bajada de impuestos, los tipos de interés, el aumento del gasto público, etc, vamos a tener que pasarlas canutas, con los brazos en cruz y cara a la pared con una guía de teléfonos de las antíguas en cada mano. Se nos ha convertido en "el ejemplarizante castigo" para los que en un futuro intenten cosas parecidas. Y es que a alguien se le olvidó que este país tendría que evolucionar mucho en su sistemática de funcionamiento, en su modo productivo, en su manera de "venderse" y en su ética social, empresarial y política, para que pueda ser lo que un iluminado quiso hacer de él a costa de caro populismo. No obstante, está claro que las alternativas tampoco eran las mejores y queda mucho por pulir, mucho por limpiar y demasiado por esperar. Pero las soluciones no se generarán desde la política, sino que partirán del conjunto de esta sociedad y de su voluntad de peldaño a peldaño, renovarse a fondo y reinventar una España decrépita desde tiempos de Felipe II.
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