Interesante artículo sobre una de las sensaciones más comunes y habituales de la realidad española.
Cuando te comunican que "no has sido aceptado" equivale a un desamor... pero igual que cuando termina ese romance, breve o no, la actitud no debe ser bajar los brazos sino autoanalizar los posibles errores si los ha habido e intentar ver las causas que te puedan haber dejado fuera ajenas a los propios comportamientos y derivadas de, por ejemplo, falta de formación y conocimientos en algunos aspectos para ponerse a adquirirlos cuanto antes... no obstante, puede que no haya habido errores y puede tambien que reuniendo todos los requisitos no seas el "elegid@". El mercado laboral no es precisamente un dechado de justicia y tambien hay que asumir eso, y usarlo como propia motivación. Ellos se lo pierden...¿no?
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